Acababa de terminar mis estudios especializados en Artes Gráficas (1995) cuando llegué a la cerámica, de pasada y buscando un camino más directo, más táctil, para estimular mi creatividad. Y me quedé.
Me quedé cautivada para siempre.
Desde el año 1998 me he dedicado profesionalmente a la cerámica, al principio trabajando casi exclusivamente para teterías y tiendas de artesanía del centro de Málaga.
Más adelante, en el año 2000, inicié un proyecto en sociedad con otra ceramista, una galería taller llamada La Bóveda, en la emblemática calle Carretería, siendo pioneras en el concepto de acercar el bellísimo y laborioso proceso a la obra final, y contarlo.
Así unificamos el espacio y atendíamos en nuestra exposición con barro hasta las cejas; fue un tiempo muy vivido profesionalmente que duró 12 intensos años. En ese momento mi trabajo como ceramista estaba muy enfocado hacia la decoración de interiores, llegando a crear un estilo muy personal.
Durante esa época participé en diversas exposiciones bajo el nombre de La Bóveda, en el Ateneo de Málaga, en la sala de exposiciones de El Corte Inglés y otras salas y establecimientos de Málaga. También he participado en diferentes ediciones de la feria malagueña de la mujer emprendedora, Femma, y expuesto mi trabajo en el Palacio de Ferias de Madrid IFEMA durante varios años consecutivos.
Después de más de una década dedicada a mi empresa cerramos en el año 2011. Desde ese momento trabajé en mi taller particular, El Taller de Cerámica, ubicado en Churriana, impartiendo clases a grupos reducidos de alumnos.
A principios del año 2019 inicio un nuevo proyecto, donde reúno parte de mis dos experiencias anteriores, la exposición y venta de mi trabajo personal y los cursos de iniciación para alumnos, trasladándome además a una zona histórica de Churriana, ubicada en un espacio donde el pasado es parte de los muros que envuelven el taller de Cerámica. Un lugar auténtico donde poder crear un taller con alma, para seguir creciendo y disfrutando de lo que más me gusta hacer.